Sol
que oculta los rayos detrás del campanario
y
que posa su fuego sobre el anciano muro.
En
mi corazón sombras tiritan ya de frío
pero
danzan al son del aire y de la espiga.
Cuando
llega la noche la acarician mis dedos,
Qué
techumbre encendida, qué concierto nocturno.
Qué
mansa oscuridad bajo un palio de estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario