viernes, 22 de agosto de 2014

Reina de corazones (A mi amiga Cristina Rojo, que nos dejó)



Vio la luz de un tamiz que aleja penas
y se acercó a la hoguera enarbolando
palabras que el conjuro celeste fue dictándole.
Por su alma fluía la pasión incesante.

Fue como una sensible fortaleza
persiguiendo al amor por cada esquina,
conquistadora de amistades últimas.

Vital locura que vibraba tanto
como pequeñas chispas de artificio
que hacen sonar su voz, su voz que acerca.
También sus risas eran aquelarres
que atraían diablos solitarios.

Calzó sus botas rojas para volar mejor
sobre los charcos de aguas estancadas
como una reina fiel de corazones.
Tan solo el universo podría responderle.



No hay comentarios:

Publicar un comentario