Cuando
la tempestad es fuerte y rauda,
arrastra
rocas, libertad y puentes.
¡Qué
dioses ordenaron tanta furia!
Que
alguien reparta panes y silencios
y
que frene este frío y este frente
de
huracanes, sin tino, desbocados.
Que
alguien encienda una vez más la luna.
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