jueves, 24 de marzo de 2016

Los multiceringos



No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.

El ortinopediatra especializado en mutidistencias le reconoció ante la presencia de su progenitora. Una vez que terminó su trabajo el especialista le preguntó:
- ¿Qué es lo que te sientes?
- Siento distorsión en todos mis orificios, incluso los que están cubiertos.
- ¿Los orificios cubiertos?
- Sí, sobre todo en los ojos
- ¿En los ojos?
-Sí, todos los días los veo.
-¿Los ves?
-Sí, a los multiceringos.
Y continuó:
- Pero ayer me asusté porque no los vi.
-¿No?- contestó incrédulo el especialista.
- No, estaban escondidos tras el reloj de pared del comedor.
En ese momento su madre se levantó de la silla y dijo:
- ¡Ah! Mi hijo está desequilibrado.
- No, no, cálmese, señora- dijo el ortinopediatra.
Y añadió:
- No es muy grave, su hijo solo pasa por una fase equiliquebrada. Tendrá ataques de risa durante tres días. Nada grave. Eso sí, quite enseguida el reloj de pared.



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